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domingo, 14 de febrero de 2010

PILOSAS 3-2010

MIÉRCOLES DE CENIZA
"Acuérdate, hombre, que eres polvo y al polvo volverás"
Esta frase nos recuerda la necesidad que tenemos de rectificar nuestra vida y enderezar nuestros caminos, también la necesidad del amor y del perdón. El signo de la cruz es signo de profunda verdad. No debemos tomar este signo a la ligera. Es el momento del hombre, de recordar nuestra grandeza y a la vez nuestra pequeñez, de reconocer que en nuestro corazón hay grandes sentimientos, pero a la vez actitudes y comportamientos que muestran debilidad e inclinación al mal.
Se nos invita a buscar con corazón humilde y sincero y con espíritu de conversión a mejorar nuestra relación con los hermanos y por tanto con Dios.
Humildad. Tiene como origen la raíz latina "humus"=tierra (polvo), de esta misma raíz proviene "humano". El humilde es el que pisa tierra, el que sabe dónde está pisando, el que es sincero consigo mismo y con los demás porque sabe con autenticidad dónde tiene puestos los pies (ni se cree más de lo que es, ni se minusvalora en su ser).
"Humildad es andar en la verdad" nos dice Santa Teresa de Jesús.
Pisar la tierra con dignidad y saber en dónde se está parado (implica saber quién soy y qué quiero) es un proceso que cuesta muchísimo. Es justamente la cuaresma un tiempo para hacer buenos ejercicios de "humildad". Este es un tiempo muy oportuno para ello.
Esforcémonos para que esta semana al realizar el signo externo de la ceniza, vivamos humildemente el reconocimiento de nuestra debilidad y del gran amor de Dios.
(Raúl Luján)
ORACIÓN
Dios, que conviertes a ti los corazones de los creyentes,
escucha nuestras súplicas:
Concédenos abandonar los senderos del error.
Condúcenos por el camino que conduce a la vida;
para que fieles a tu amor
vivamos coherentemente con nuestra fe,
testimoniando con valor y humildad la verdad de la Palabra. Amén

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