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FELIZ REGRESO A TODOS LOS QUE INTEGRAN LA COMUNIDAD CLEMENCISTA. DIOS BENDIGA TODOS LOS PLANES Y PROYECTOS QUE HEMOS DISEÑADO PARA QUE NUESTRAS QUERIDAS ESTUDIANTES CONTINUEN SU PROCESO DE FORMACIÓN. LOS INVITAMOS, ESPECIALMENTE, A PARTICIPAR EN EL BLOG CON REFLEXIONES, COMENTARIOS, LOGROS ALCANZADOS AL COMPARTIR LAS REFLEXIONES EN EL SALÓN DE CLASE.

domingo, 6 de mayo de 2012

¿QUÉ TÍTULO DAR A ESTA HISTORIA?


José, un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar último modelo, sin ningún tipo de precaución. De repente sintió un estruendoso golpe en la puerta, se detuvo y al bajarse vio que un ladrillo  le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto. Se subió nuevamente, pero esta vez lleno de enojo, dio un brusco giro de 180 grados; y regresó a toda velocidad al lugar donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su
exótico auto.

 Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, empujándolo hacia el auto estacionado, le gritó a toda voz: "¿Qué rayos fue eso?, ¿Quién eres tú?, ¿Qué crees que haces con mi auto?".   Y enfurecido, casi botando humo, continuó gritándole al chiquillo: "¡Es un  auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte muy caro?!, ¿Por qué  hiciste eso?".   "Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho!, no sé qué hacer",  suplicó  el chiquillo. "Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía"...   Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto estacionado. "Es mi hermano", le dijo. Se descarriló su silla de ruedas y se cayó al suelo... y no puedo  levantarlo".  Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: "Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla?, está golpeado, y pesa mucho para mí solito...soy muy pequeño".

Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, José tragó grueso el taco que se le formó en su garganta. Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó nuevamente en su silla; y sacó su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y las heridas del hermano de aquel chiquillo tan especial.  Luego de verificar que se encontraba bien, miró al chiquillo y este le dio  las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie...
 "DIOS lo bendiga, señor...y muchas gracias" le dijo.   José vio cómo se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita.

José aún no ha reparado la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo... para recordarle el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención.

        REFLEXIÓN PERSONAL Y GRUPAL
1.    ¿Qué Derechos Fundamentales nos pide reconocer esta historia?
2.    ¿En la vida diaria a qué das más importancia? ¿A las cosas, a las personas? Por qué?
3.    ¿Cómo reconocer los derechos, la dignidad de las estudiantes que de alguna u otra manera son discriminadas en nuestro salón de clase?
¿Pueden formular un compromiso, cuál? escríbanlo, háganlo visible en el salón de clase.

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