
Un experto en administración del tiempo dirigía a un grupo de estudiantes de negocios. Sacó una jarra que contenía una gran cantidad de líquido y la colocó sobre la mesa. Luego tomó una docena de rocas de la medida de un puñado y con cuidado las colocó dentro de la jarra. Luego preguntó: -¿Está llena la jarra? Todos dijeron que sí. Luego buscó debajo de la mesa y sacó un balde de grava. Lo vertió en la jarra y la agitó, y preguntó al grupo otra vez: -¿Esta llena la jarra? Esta vez la clase lo observaba. -Es probable que no -respondió un alumno. Luego el instructor buscó debajo de la mesa y agarró un balde con arena. Él vertió la arena dentro, rellenando todos los espacios vacíos que quedaban entre las rocas y la grava. De nuevo preguntó: -¿Está llena ahora? -¡No! -gritaron todos. Después, vació un recipiente con agua y comenzó a verterla dentro de la jarra hasta que la misma se llenó hasta el borde. -¿Cuál es el objetivo de esta ilustración? -preguntó el maestro. Un estudiante sugirió: -No importa cuán llena esté su agenda, siempre puede llenarla con más cosas. -No -replicó el maestro-, la verdad que nos enseña esta ilustración es: si no pueden poner las rocas grandes primero, nunca lo harán.
Fuente: El libro devocionario de Dios para el Centro de Trabajo
REFLEXIONEMOS
1. ¿Qué situaciones de tu vida pueden compararse con las piedras grandes del cuento?

3. ¿Cómo han colaborado algunas compañeras de tu curso en la solución de las dificultades?
4. Realiza una comparación de las piedras grandes, la arena y agua del cuento con alguna situación presentada en tu colegio.
1 comentario:
Profe Myriam, me place ver cómo desde el año anterior ha ido alimentando paulatinamente sus blogs. Es muy satisfactorio ver el trabajo tan maravilloso que ha realizado en ellos. Un cordial saludo y congratulaciones por la labor desempeñada.
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