Pilosas 7
"Los habitantes de cierto pueblo miraban la carroza real que se acercaba por el camino principal. No sabían que el rey iba a visitarlos y no tenían nada organizado para recibirlo. Ni un ramo de flores, ni una alfombra, ni una ceremonia de bienvenida. Nada.
Y así, todos se quedaron estáticos en la plaza céntrica, como si hubieran estado clavados en el suelo viendo cómo la puerta del carruaje se abría y descendía el rey.
-¿Qué ocurre? ¿por qué me miran así? ¿No me esperaban?- Preguntó el monarca.
Un gran silencio se hizo presente en medio de la multitud y cubrió al pueblo. Pero como el rey permanecía callado esperando una respuesta, no tuvieron más remedio que contestar.
- No sabiamos que ibas a venir. Nadie nos avisó- Dijo un anciano que había sido empujado hacia delante para que hablara.
- ¿Cómo que no vino nadie a informarles que yo iba a estar unos días con ustedes?
El rey hizo bajar de la carroza a un anciano que había permanecido oculto y señalándolo preguntó:
-¿Acaso este hombre no vino al pueblo hace unos días atrás para anunciarlo?
Era cierto. El anciano había estado en el pueblo, pero nadie le había creído que realmente era un enviado del rey porque vestía muy sencillamente, y no lo tomaron en serio.
-¿Ustedes no habían pedido un rey cercano, humilde, que viviera como ustedes, que los visite, que sea su amigo?
(Tomado de la revista San Pablo en internet)
DIÁLOGO Y REFLEXIÓN
-¿Cómo vivimos la cuaresma? Fue un tiempo de preparación para la venida de nuestro REy?
- En esta Semana Santa de qué modo nos preparamos para recibir a Jesús?
- Somos de aquellos indiferentes que no creen importante estos días?
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